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EDITORIAL

Agosto 14 de 2022

NI ESTADO NI GOBIERNO PROLETARIO (I)

La ministra de trabajo frente a  la esquilmación de los proletarios.

¡Hurra, Eureka! “el día es el día y la noche es la noche…” Esta es la impronta que impondrá como eslogan laboral la Min-Trabajo Gloria Inés al descubrir que el agua moja. La muy obtusa sin pensar en lo más mínimo en elevar al proletariado al poder político lo sujeta férreamente a las cadenas de la esclavitud asalariada del sistema capitalista aun cuando en tiempo pretérito haya sido establecida por voluntad del burgués mediante norma de derecho, jurídico, el pago del trabajo por salario y otros reconocimientos inexistentes en modos de producción anteriores. Esto significa que min-Trabajo hila finito como pequeñoburguesa para el fabricante burgués. Y así es. No es propietaria de la exorbitante masa de dinero de los Ardila Lulle por ejemplo o de la cantidad del mismo de Sarmiento Angulo o de los Santo Domingo ni de las diez familias más poderosas económicamente de la república burguesa colombiana. Y todo es tan natural que las “universidades” burguesas se represan con gentes venidas de la pequeña burguesía que inician sus pasantías por los vericuetos de las instituciones también burguesas y llegan a ser versátiles en los asuntos de Estado como en este caso y los funcionarios a lo Petro constituyéndose en la mano derecha de la burguesía, en sus auxiliares cuando la crisis económica amenaza su poder político y a la vez amenazando la sociedad con su espíritu mítico-místico-metafísico que puede hacer que se precipite por el despeñadero a raíz de su inestabilidad e incertidumbre y carencia de principios al nublársele la razón haciéndose invencibles en el poder para perpetuarlo en el infinito incluso continuándolo por otros medios.

    Tampoco la señora Gloria Inés quiere el comunismo más bien para ella un capitalismo “humano”. Involución en el conocimiento de la sra. Ministra. ¡Miembro del CC del PCC! Ahora comprometida con la Hacienda pública del Estado burgués-terrateniente timoneado por Petro. También otros miembros de estos fueron ministros en gobiernos anteriores que han pasado sin pena ni gloria. Todos ellos aceitaron y pulieron los mecanismos del Estado haciéndolos expeditos para que pase fluida por los canales económicos la plusvalía a las manos de los apropiadores de la riqueza social.

    Muchos se refieren a que sus sueños se pueden cumplir y al cumplirlos acuñan consignas, “¡sí se pudo!” por ejemplo en el caso de la pequeña burguesía que llega al poder por conveniencia de burgueses y terratenientes con el “pacto histriónico”. Al proletariado no “se le aparece la virgen” al soñar con el comunismo. De lo que sí es seguro es que quién le viene truncando esos sueños es la mismísima pequeña burguesía que lo obstaculiza. Otro tanto hace que surta este efecto es la atrofia política del esclavo proletario que por tantos años de esclavitud le de igual o se haya acostumbrado a estar a la cola o a la zaga como un instrumento más del capital sin advertir que solo es una mercancía en ese torrente. Pero sin embargo lo que hay que advertir y poner sobre la mesa es el debate del porqué a la pequeña burguesía le interese tanto que el proletariado continúe así, soñando, atrofiado y a la cola. El corolario del análisis es fácilmente asimilado si se parte de que al proletariado se le requiere nada más en calidad de productor y creador de riqueza como lo repite Petro en eventos económicos de sus amos capitalistas de la que se apropian y se reparten. Así estos sueños jamás serán realidad en tales circunstancias. La asombrosa realidad es que todos los milagros o logros que impulsa el gobierno del “pacto histriónico” los refiere necesariamente sobre la base de la existencia de los productores directos: el proletariado. El que al despertar se vuelve revolucionario. ¿Es posible que el señor Petro siendo un economista no sepa esto o sabiéndolo lo omita? Una desgracia para la sociedad colombiana.

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