top of page

 

EL POLO A PIQUE

 
Una amplia gama de elementos oportunistas presentes en masa con fines políticos electorales se reúnen y actúan hasta cierto punto en que  la persistencia de la ley económica del capital se impone, los desintegra y volatiliza, los descompone.

Hay momentos efervescentes en la política de las naciones. Momentos álgidos. Procesos independentistas, devastadoras  guerras civiles, levantamientos subversivos, insurrecciones que pasan primero por grandes manifestaciones y huelgas generales hasta episodios internacionales de gran envergadura y confrontación bélicas; estos momentos se desenvuelven en determinados contextos históricos obedeciendo, reflejando situaciones concretas del acontecer político-económico en una etapa dada de desarrollo social. 


Son hechos reales. Como también  se sabe que echando a pique se aprende. Pero en este caso dicha efervescencia es derivada de la situación económica que surge, avanza, se expande y se extingue. Tal efervescencia aglutina, une los movimientos superficiales que son para esta unidad lo que determina la dirección de la sociedad, lo más importante del fenómeno económico aproximándose en parte hasta cuanto tiene que durar el desarrollo de los acontecimientos implícitos. Es un reflejo distorsionado del liderazgo político de toda coalición que no puede captar y resolver el contenido exacto del fenómeno. Una amplia gama de elementos oportunistas presentes en masa con fines políticos electorales se reúnen y actúan hasta cierto punto en que  la persistencia de la ley económica del capital se impone, los desintegra y volatiliza, los descompone. Resulta más poderosa en definitiva la ley de producción del plusvalor a la que terminan al cabo sometiéndose.


Las masas del trabajo y las populares expuestas se represan en avalancha tan pronto como una coyuntura económico-política se divisa en el panorama y apremia por tanto una respuesta transitoria a la misma. Las agrupaciones identifican lo que más les afecta y lo que más se ajusta o cae dentro del rol de su capacidad de interpretación apoyando con esto las consignas más representativas del grueso del movimiento. Incluso pesa el papel de la composición del mismo; como en el caso de Carlos Gaviria, destacado personaje popular, quien logra hacer apretar filas en torno suyo. Una vez pasa la conmoción se resuelve seguir atrapados por elementos del sistema que constantemente se manifiestan como pilares del régimen económico: trabajo asalariado, capital, Estado burgués-terrateniente, ideología dominante, poderes constituidos, instituciones, en fin, múltiples mecanismo de sometimiento, explotación y opresión del proletariado por la burguesía todos a la vista del intelecto.


En el POLO se agotan sus componentes de impulso y se apodera de nuevo de las mentes de sus partícipes las ideas que han estado gravitando secularmente en la acción política de masas que promovió el movimiento. Toma forma y se arraiga en la memoria que lo ocurrido es un asunto del pasado, que ya puede seguir haciendo parte de la historia con todos sus escombros arrumados y vueltos trizas.

C+V+P.png
bottom of page